¿Sensor de par o sensor de pedaleo en tu bici eléctrica?

Última actualización: agosto 2019.

Según la legislación europea sobre bicicletas eléctricas, para que una ebike siga siendo a todos los efectos una bicicleta, el motor ha de detenerse al dejar de pedalear, es decir, el equipo eléctrico ha de ser una ayuda simultánea al pedaleo.

Para detectar si se está pedaleando o no, las ebikes pueden disponer de dos dispositivos diferentes: el sensor de par o el sensor de pedaleo. Aunque la finalidad de ambos mecanismos es la misma, funcionan de manera diferente, y el comportamiento de la bici varía según se monte uno u otro.

Sensor de pedaleo. Cómo funciona. Ventajas e inconvenientes

El sensor de pedaleo, también llamado de velocidad, de movimiento o de cadencia, consiste en un detector situado delante de un disco de imanes que gira acoplado al eje de los pedales. El paso de los imanes por el sensor indica que los pedales están girando. Cuando esto ocurre se envía la información al controlador del motor para que éste arranque, o continúe en movimiento.

Como desventaja, el tiempo de reacción: es necesaria una fracción de vuelta de los pedales para que el sensor detecte el paso de un imán y esto puede suponer una pequeña demora en el arranque del motor. Esto, que en la mayor parte de usos no supone mayor incomodidad, puede ser algo molesto en usos deportivos, pero en todo caso es un efecto que se minimiza con los sensores modernos que incorporan muchos imanes y por lo tanto una pequeña distancia entre ellos. Una segunda desventaja es que el sensor de pedaleo es capaz de detectar cuando están los pedales en movimiento, pero no la fuerza que se ejerce sobre éstos. Por lo tanto, un motor conectado a un sensor de pedaleo responderá con la misma potencia independientemente del esfuerzo que esté aplicando el ciclista, y asistirá con niveles fijos de potencia que dependerán solamente del nivel de ayuda seleccionado.

No obstante, a pesar de estas desventajas, el sensor de par es un sistema suficiente para la inmensa mayoría de los usuarios. Es el sistema que montan la mayoría de las bicicletas con motorizaciones en rueda y es muy recomendable por su solidez, sencillez, economía y facilidad de reparar o reemplazar.

Sensor de par o de torque. Cómo funciona. Ventajas e inconvenientes

El sensor de par, también llamado «de torque», tiene la peculiaridad de que es capaz de detectar la fuerza que el ciclista hace sobre los pedales y por lo tanto el equipo es capaz de pedir al motor la potencia que se necesita en cada momento: si el ciclista se emplea con fuerza sobre los pedales el motor responderá entregando mucha potencia y si el ciclista hace poca fuerza sobre los pedales, el motor entregará menos potencia.

Supongamos por ejemplo una e-bike con un piñón grande engranado bajando una pendiente; el ciclista pedalearía en vacío, es decir haciendo el clásico “molinillo”. En estas circunstancias, un equipo con sensor de par no se encenderá o, si lo hace, entregará muy poca potencia. Por el contrario, un motor con sensor de pedaleo entregará la potencia correspondiente al nivel de ayuda seleccionado. Por lo tanto, la primera ventaja del sensor de par es que ahorra batería porque arranca el motor solamente si es preciso y con la potencia necesaria, mientras que el de pedaleo lo hace siempre que los pedales giran.

Otra ventaja es que es más rápido en reaccionar: el sensor de par responde casi instantáneamente al pedaleo mientras que, como vimos, el sensor de pedaleo necesita una fracción de giro de los pedales para poner en marcha el motor.

Por último, los equipos con sensor de torque dan una sensación de pedaleo más natural, más progresiva y más parecida al de una bicicleta sin motor. Esto no siempre es una ventaja: puede dejar en ciertos ciclistas la sensación de que la ayuda que presta su equipo es insuficiente.

Entre sus desventajas, está que son dispositivos más complejos, más caros y mas costosos de reparar y reemplazar.

Aunque hay equipos con motor en rueda que llevan sensor de par, generalmente lo incorporan los de motor central (de eje pedalier). En el primer caso, el sensor se suele montar en el eje pedalier o en la vaina de la rueda trasera. En el segundo, suele ir montado dentro del propio motor.