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¿Cómo evitar el robo de la bicicleta? Seguriza tu bici
Consejos para atar tu bici con toda seguridad
Uno de los motivos principales por los que el uso de la bicicleta es tan limitado en Madrid —o en cualquier otra ciudad de nuestro país— , es la frecuencia con que se producen robos. Muchas personas que no disponen de garaje y no tienen posibilidad de subir la bicicleta a casa, no la emplean por miedo a dejarla en la calle por la noche.
Sigue estos consejos para evitar el robo de tu bici y dormirás más tranquilo/a:
1.- Saber cómo candar la bici correctamente es la clave. No ahorres en el candado. Los mejores, los del tipo «U», también llamados «u-lock» o de horquilla, del tamaño más pequeño que te permita unir el cuadro junto con una rueda a algún elemento del mobiliario urbano. Los candados pequeños son siempre más difíciles de forzar porque dejan menos espacio para la manipulación y dificultan el empleo de una palanca. Además, son más cómodos de transportar.
Lo mejor es tener dos, para atar cada rueda al cuadro y al mobiliario urbano, y mejor cada candado de una marca diferente; si te resulta dificil transportar dos candados, deja uno de ellos en el elemento en el que fijes la bici por la noche, y lleva solo uno en tus desplazamientos diurnos.
Ni que decir tiene, el elemento urbano en el que fijes tu bici cada noche tiene que estar bien anclado. No dejes de comprobarlo.
Podrás encontrar candados de la máxima calidad desde unos 50 euros.
Las cadenas, siempre que sean suficientemente gruesas, también funcionan bien y son más versátiles que las «U», porque permiten el amarre a mayor variedad de lugares, pero suelen ser más pesadas.
2.- No te relajes. Ata la bici siempre que la vayas a perder de vista, aunque sea por unos segundos. Muchos de los robos se producen al descuido.
3.- Por la noche, fija tu bici en una calle iluminada y transitada. Si el lugar tiene cerca algún establecimiento abierto toda la noche, mejor. Aparcar enfrente de una gasolinera abierta 24h o una comisaría, funciona :).
4.- Si tienes cerca un sitio con videovigilancia (un cajero automático, algún edificio oficial…), aparca a la vista de la cámara.
5.- Olvídate de los cierres rápidos para las ruedas y el sillín. Piensa cuántas veces los usas en comparación con lo inseguros que son. Son mejores unas simples tuercas, y, aún mejor, los cierres de seguridad que sólo pueden ser abiertos con llaves especiales. Los tenemos disponibles para instalar, en kits de tres, para ambas ruedas y el sillín, desde unos 20 euros.
6.- Contrata un seguro de robo para la bici. Hay varias compañías que los ofrecen y por unos 70 euros al año, tendrás además cobertura de responsabilidad civil y asistencia en carretera.
Si puedes permitírtelo ¡hazlo! Si dudas, no pienses si el valor de la bici compensa el coste del seguro. A todos nos han robado alguna vez y lo peor es el impacto psicológico negativo que tiene un robo. Con un seguro, que nuestra bici desaparezca, no es un problema serio. Piensa además, que el coste de un seguro compensa, incluso económicamente, si la contrapartida es poder usar todos los días tu bici —con el ahorro que supone— y poder dejarla en la calle con total tranquilidad.
7.- Si la bicicleta es eléctrica, sube la batería a casa —lo tendrás que hacer igualmente para cargarla— y quita el display si es desmontable; cabe en el bolsillo.
8.- Guarda la factura de compra de la bici y la foto de su número de serie, que encontrarás en el cuadro. Te servirán para hacer una denuncia más completa si ocurre lo peor, y para identificar tu bici si la recuperan.
9.- Existen dispositivos GPS para seguimiento de tu bici si ha sido robada. Se camuflan dentro de componentes normales (faros, cuentakilómetros…) y funcionan en combinación con tu móvil.
10.- Si en tu municipio existe un registro de bicicletas, no dudes en inscribir la tuya. También existen registros privados y gratuitos, o muy económicos, en Internet como www.mybikenumber.com o www.biciregistro.es. Son muy útiles para encontrarte en caso de que la policía recupere tu bici.
Y por supuesto, nunca, nunca, nunca, compres una bicicleta de la que puedas sospechar que haya sido robada. No solo estarás cometiendo un delito, sino que además colaborarás en alimentar la espiral. Una bicicleta legal de segunda mano es solo un poco más cara.
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